"Normalización de la violencia en internet" parte 3
- Asesoria Eduprev
- Sep 4, 2022
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Parte 3
Por: Ana Camila Moreno Félix, Kaori Pino Urakami, Manuel Aceves Pineda, Milene Ruvalcaba, Carolina Aguilar Chávez.

Dimensiones de la violencia en México.
Violencia en el ciclo de vida:
a) Maltrato, abuso y negligencia contra menores de edad
Desde tiempos inmemoriales se ha hecho padecer a los niños todas las formas de violencia. Aunque no se sabe qué tan común era abandonar y dar muerte a menores, se conoce que el infanticidio era una práctica ampliamente aceptada en las culturas antiguas y prehistóricas. Lloyd de Mause, en su clásico History of Childhood, documenta que el infanticidio de hijos legítimos e ilegítimos era una práctica común en la antigüedad y hasta la Edad Media, tanto en Oriente como en Occidente (Gelles, 2001; Newell, 1999).
Desde entonces y hasta ahora los niños han sido mutilados, golpeados, vejados y explotados. Sin embargo, es igualmente importante subrayar que también existen antecedentes remotos de que se intentó poner límites a los derechos absolutos de los padres sobre los hijos. Es el caso, por ejemplo, de algunas leyes de protección a los menores de edad que datan del año 450 AC (Gelles, 2001).
También la utilización de niños para la gratificación sexual de adultos ha sido una práctica muy difundida y aceptada en numerosas culturas. Por ello, no es extraño que la venta y la prostitución de niños sigan siendo un modo de vida bien documentado en prácticamente todos los países. El matrimonio con niñas, de igual modo, ha sido una práctica ampliamente difundida, mientras que la victimización de niños fue frecuente durante la Edad Media (Clark, Clark, Adamec, 2001).
En México todavía no se cuenta con un registro nacional adecuado de todos los casos de maltrato infantil reportados a las distintas autoridades (salud, educación, protección a la infancia o justicia). Es decir, no hay manera de saber si los casos que reporta uno de estos sectores son los mismos registrados en otro. De igual modo, no debe olvidarse que sólo llegan a conocimiento de las autoridades los casos más severos, mientras que la mayor parte no son notificados, y quedan, por tanto, fuera de los registros (Secretaría de Salud, 2006).
b) La violencia en la construcción de escenarios de salud en la población joven Los juicios hacia la violencia son contradictorios. Por una parte, se le justifica si las razones que la motivan son socialmente admirables, dignas, necesarias, encomiables... como con frecuencia lo han sido, por ejemplo, las guerras “justas”, las guerras de independencia o las guerras preventivas. Dependiendo del lugar en el que se esté situando la violencia puede tomar múltiples matices, entre ellos que se le perciba como genocidio o, por el contrario, como un acto libertario. Pero puede resultar ilegible o hasta ofensivo que alguien nos critique o desapruebe por admirar expresiones de nuestro contexto que están marcadas por la violencia (Secretaría de Salud, 2006).
c) Violencia y abuso contra las personas mayores
Los adultos mayores, en razón de su deterioro funcional y pobre capacidad de adaptación, son más vulnerables a la victimización en sus más variadas formas. La violencia ocurre con mayor probabilidad en el entorno inmediato, como una forma más de violencia intrafamiliar, y probablemente por ello permanece oculta. La violencia contra los adultos mayores ha despertado el interés tanto de los especialistas en salud pública como de la esfera médico-legal, y será abordada desde ambas perspectivas (Secretaría de Salud, 2006).
Violencia cotidiana.
a) Violencia de pareja contra mujeres en México.
El problema de la violencia contra las mujeres y la ubicación de sus raíces deben ser abordados desde una perspectiva de género, esto es, desde un enfoque que parta de cuestionar la desigualdad social existente entre hombres y mujeres, y busque en dicha inequidad las causas fundamentales del problema (Bedregal, Saucedo y Ríquer, 1991).
En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) defi nió a la violencia contra las mujeres como “Todo acto de violencia basada en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada” (Economic and Social Council, 1992).
b) Violencia sexual
La violencia sexual es un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos, y una de las manifestaciones más explícitas de la inequidad de género en nuestras sociedades (Secretaría de Salud, 2006).
Se considera un problema de salud pública porque, aun cuando no se cuenta con cifras exactas, se estima que anualmente 12 000 000 de personas son víctimas de delitos sexuales en todo el mundo (Drezet, 2002). Investigaciones realizadas en México y en los Estados Unidos Unidos de América (EUA) estiman que entre 40 y 52% de las mujeres que experimentan violencia física por parte de su pareja también han vivido violencia sexual por esa misma persona. Las adolescentes y jóvenes son especialmente vulnerables a la violencia sexual y enfrentan desafíos particulares en el manejo de sus consecuencias. Hay un número limitado de estudios enfocados en la iniciación sexual forzada (Secretaría de Salud, 2006).
c) Epidemiología de la conducta suicida
El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), identificó a la violencia autoinfligida como uno de los padecimientos sustanciales que deben de enfrentar las sociedades modernas (Krug, 2002). Dicho informe muestra en forma sucinta cómo las tasas de suicidio consumado en México son de las más bajas en el mundo (la tercera más baja en las Américas). Sin embargo, la misma OMS había mostrado en su informe previo, de 2001 (OMS, 2001), que México mostraba un incremento de 62% en su tasa de mortalidad por suicidio en los últimos 15 años (Secretaría de Salud, 2006).
d) Violencia institucional
El Estado y sus instituciones infligen a los habitantes de las naciones múltiples violaciones a sus derechos. Esas violaciones son efectivamente “moleculares”, derivadas la mayor parte de las veces de un “estado de cosas” en el que las leyes, las instituciones y los encargados de cumplir las normas y proporcionar los servicios de seguridad y de justicia a las personas no lo hacen. George Lapassade ha definido a las instituciones como (Lapassade, 1977) “Grupos sociales oficiales, empresas, escuelas, sindicatos. Sistemas de reglas que determinan la vida de esos grupos”.
Violencia colectiva
a) Violencia, delincuencia y salud
La violencia ligada a la delincuencia es la que se produce en espacios de libre tránsito o de uso común tales como calles, carreteras, caminos, parajes, zonas despobladas y medios de transporte público. También puede manifestarse en espacios privados cuando, por ejemplo, el agresor penetra furtivamente en un inmueble u otro espacio privado con el propósito de cometer un delito (Secretaría de Salud, 2006).
Se trata de una forma de violencia de carácter interpersonal y no colectivo ni institucional. Es ejercida fundamentalmente por personas desconocidas para la víctima.1 Los agresores no la ejercen movidos por reivindicaciones políticas o sociales, ni tampoco como un medio para afrontar o resolver conflictos personales con las víctimas. En general, este tipo de violencia debe entenderse como un efecto colateral de las acciones ilegales de carácter oportunista realizadas por los autores del delito, cuyo principal propósito suele ser la obtención de un beneficio inmediato de carácter económico, más que herir o matar a la víctima (Secretaría de Salud, 2006).
b) Migración internacional y violencia
La migración internacional es un fenómeno influyente en la vida económica, social, política y cultural de casi todas las naciones. La mayoría de los desplazamientos de las personas obedecen a la búsqueda de mejores condiciones de vida y, en menor cuantía, a la necesidad imperiosa de proteger su vida y la de sus familiares, su integridad física o sus libertades básicas, amenazadas por guerras y confl ictos armados, persecuciones políticas, discriminación religiosa o étnica, e incluso desastres ante fenómenos naturales (OIM, 2002).
c) Violencia y recursos naturales
En los bosques, selvas, cuerpos y corrientes de agua se producen bienes y servicios vitales para el país. Dado que México cuenta con importantes extensiones que son fuente de productos de subsistencia para la población que habita las zonas rurales y que constituyen la base del desarrollo y de la actividad económica de pueblos, ejidos y comunidades, la competencia que se genera por estos recursos es a menudo el origen de conflictos que se expresan de manera violenta (Secretaría de Salud, 2006).
Los mayores índices de conflictividad y violencia que se han dado durante los últimos años en el país se encuentran relacionados con la disputa por la propiedad social y sus recursos naturales y, en menor medida, por la propiedad privada. Cabe advertir que, de la superficie territorial total, 89.6% son tierras rústicas, de éstas, 37.6% son propiedad privada, 51.4 % corresponde a la propiedad social que se encuentra distribuida entre 3 500 000 ejidatarios y comuneros (Secretaría de Salud, 2006).
Así como la sociedad se moderniza los problemas también lo hacen, como se verá a continuación con una de las más nuevas expresiones de la violencia.
Violencia en las redes sociales (Ciberviolencia)
El uso de la tecnología, el internet y las redes sociales, ha dado paso a diferentes modalidades de violencia y agresión, de manera que las víctimas no son atacadas sólo cara a cara sino también de manera indirecta, a través de mensajes, comentarios, publicaciones, páginas web o cuentas difamatorias, etc. Esta forma de violencia se ha hecho muy común entre los niños y adolescentes, de manera que el bullying no termina cuando salen de la escuela sino que los acompaña hasta sus casas (Santander, s. f., párr. 6).
En las redes sociales, al poder comentar con libertad publicaciones de otros usuarios, es muy común que se dé la violencia verbal o lingüística. Según Campillo (2016), refiriéndose a la violencia encontrada en las redes sociales:
Se observa una gran presencia de ataque a través de insultos y amenazas, de humor por medio de ridiculizaciones y de crítica mediante desacuerdo y desaprobaciones. Teniendo en cuenta que la comunicación virtual es en gran parte lingüística y, particularmente, “escrita”, queda demostrado el importante peso de la violencia lingüística, poco considerada socialmente respecto a la violencia física (p. 65).
Las estadísticas del ciberacoso en México indican que el 23.9% de los usuarios de internet de 12 años y más fueron víctimas de ciberacoso, siendo en mayor número mujeres (24.2%) y menor número hombres (23.5%), viéndose más expuestos y afectados los jóvenes y adolescentes. El tipo de ciberacoso que más experimentaron las mujeres, fueron las insinuaciones o propuestas sexuales. Más de la mitad de las veces no identificó a las personas acosadoras, y de los que lograron identificar, el 61.8% de los hombres y 54.8% de las mujeres señaló que se trataba de un hombre (Inegi, 2020, pp. 1-2).
Ser víctima de ciberviolencia está relacionado con el malestar psicológico y la autoestima de una persona (Gutiérrez, 2019, p. 81). Según el INEGI (2020): “El efecto principal que ocasionan las situaciones de ciberacoso tanto a mujeres como a hombres es el enojo con 78.7% y 63.2%, respectivamente; seguido de la sensación de desconfianza, con 36.8% y 35% para mujeres y hombres, respectivamente (p. 2). No solo lo que vemos en casa afecta la manera en la que nos relacionamos, en muchas ocasiones lo que se ve en televisión, películas y series puede estar teniendo un papel importante.
Todo lo expresado en éste blog es propiedad y responsabilidad de cada autor.



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